Es el nombre de un grupo de música flamenco/ alternativo/ reivindicativo. Pasamos un buen rato escuchándolos y participando de su actuación, jaleándolos y bailando en el “Duende”.
Conil de la Frontera está muy animado en verano; magníficas playas y rincones con arte para perderse en las noches de luna llena. Pepa y yo, amigas desde la infancia, estamos de “descubrimiento. . .". Ha pasado, ¡tanto tiempo!, y sin embargo a pesar de la “patas de gallo” en el fondo y según en que ocasiones y acontecimientos, volvemos de nuevo a las risas, al entusiasmo y a una cierta inocencia, no perdida del todo, de nuestros años juveniles.
Todos los veranos pasamos unos días en Cádiz. El domingo participamos por primera vez en nuestras vidas del espectáculo de un partido de fútbol multitudinario. Gritamos como el más forofo de los forofos (¡España, España, España. . .!) y ganamos: CUATRO A CERO. ¡Campeones, campeones. . .!
La llegada de mi amiga y su hija; primer “susto”, Pepa casi atraviesa el cristal de la puerta del salón que comunica con el porche: “Y tu, ¿porqué tienes los cristales tan limpios?”. Te prometo y doy fe de ello que solo los limpio dos veces al año.
Pasamos una mañana memorable en “buenos aires del sur” (Zahara de los Atunes), un largo y cálido baño en unas aguas transparentes y frías. Me sentí como una sirena o mejor dicho como “Selene” la reina de las sirenas. A mis amigas les encantó la tapa de atún, por algo las llevé a degustar la "tapa" que este año ha ganado el primer premio.
Por la tarde, continuamos nuestra aventura en Santa Lucía. Una vez más, nos sorprendió de nuevo la risa incontrolada de nuestra adolescencia. Íbamos por el camino que conduce al acueducto (época árabe), una selva de vegetación. A mí se me “aflojó” la tripa e iba abriendo camino a base de torpedos (pedos) de difícil “sujeción” por más que traté de reprimirme.
Las playas de los “Caños de Meca” nos “eclipsaron”. ¡Qué maravilla!. Nosotras que no aguantamos un día completo de playa, resistimos como dos campeonas. La anécdota, nos pusimos a comer buscando una sombra bajo un acantilado con unos chicos totalmente “colgados” por el efecto del “chocolate”. Charlamos con ellos, uno de los chicos no dejaba de repetir: “somos normales, personas como las demás”, mientras intentaba encender un fuego para calentar unas pizzas.
En Vejer de la Frontera nos hicimos confidencias sobre un sueño que algún día haremos realidad. Para ellas es más que probable que lo vivan y no tarden demasiado. Yo confío en ello, mientras, canto este estribillo: “soñar que sueño”. Las tres brindamos al calor de un cielo azul intenso con un sabroso y rico helado de distintos sabores y colores.
Han sido unas jornadas intensas. Nuestro "encuentro" de verano un año más ha llegado a su fin. Seguiremos colgadas al teléfono contándonos nuestras cosas (somos confidentes la una de la otra), y quién sabe. . . "lo mejor está aún por llegar. . ." Eso dice `Pepa.
1 comentario:
Sobre este grupo de "Malamañana"si que tengo cosas que decir.Eran unos chicos supersalados,el que cantaba, con arte y fuerza tremenda me llegó dentro.Me hizo sentir viva con ganas de cantar,bailar,...con esos ojos tan brillantes transmitía deseos, deseos de libertad, de justicia...MªA.Y A. bailaron de maravilla con gracia y sentimiento.Pidieron aplauso para ellaS.Tenemos fotos del momento, fue muy bonito.Me dejaron un recuerdo entrañable.Creo que todas disfrutamos y a L.y a mí,nos han quedado ganas de repetir....guay...muy guay..¡¡OLE, OLE,OLE!!
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