domingo, 15 de julio de 2012

UN PASEO POR LA VIDA

Recopilemos: Esta mañana una perdiz con sus polluelos se ha paseado por el jardín mientras desayunaba.  Un conejo regordete y gris, parecía un juguete de peluche, comía tranquilamente ajeno a sus compañeras de tránsito. Bleu, mi gato, está mucho más recuperado y cada día va creciendo en vitalidad y energía. Uno de los momentos más dulces es cuando gira la cabeza hacia un lado y me mira con sus ojillos felinos azul cielo.

Una amiga me ha mandado este mensaje al móvil: “Recuerda que, a veces, no conseguir lo que quieres es un maravilloso golpe de suerte”.

Mi entrañable amigo “Agus” desde su bonita y ahora "calurosa"  Sevilla, me ha comentado vía telefónica que soy demasiado “retrotraída” respecto a los hombres. Cada día entiendo menos a este “colectivo” de buscadores de “un- buen- polvo” de usar y tirar. No me importa ser tan “especial” ya que para ser feliz me basto y sobro conmigo misma.

De entre todo el estiércol que abona el mundo, casi siempre  suelo buscar y descubrir una hermosa y frágil margarita. Me mantengo informada de todo lo que está ocurriendo en el planeta o lo que nos quieren contar, claro está. Vivo en esta nave y soy partícipe de las crisis, guerras, finanzas. . . y toda la demás basura que nos asola. No soy tan lela ni tan bucólica.

Miau (Bleu), se ha enrroscado en mi regazo. Es la hora de la siesta (hora española que aquí sale el horario del pacífico no se porqué).  Esto, se está pareciendo  a una especie de “diario” (¡horror!). Mañana comienzo a transcribir mi “ensayo” de novela: “Las magas de Zahara”, que comencé a escribir hace unos siete años (los folios ya deben estar amarillentos) y tengo abandonada por ahí en cualquier carpeta.

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