Aleteando, aleteando, llegó la primavera. Cada año distinta, cada estación diferente. Diferente y única, así eres tu, princesa/ plebeya. Ojos de almendra fusionados en color verde esmeralda. . . ¿Ha pasado tanto tiempo?. No lo creo, el tiempo es relativo, la edad, también lo es. Son las estaciones las que cambian: primavera, verano, otoño, invierno. . .
Tu amanecer en este planeta, se inició una tarde de primavera. Podría decirse que hacía buen tiempo; "Semana Santa", procesiones, incienso. . . En la televisión reponían por décima vez la película "Sisí Emperatriz". ¿Premonitorio?. Tu princesita nacida como una sirena (de otra sirena) en aguas tranquilas y cálidas (acogedoras. . .) lleva "genes" bávaros. Que cosas, ¿verdad?.
Las primaveras blancas, uf, perdón, las mariposas blancas tan difíciles de detectar y ver me han recordado que hoy es tu cumpleaños: !Felicidades!.
Lo nuestro fue algo más "aséptico". Eran otros tiempos y otras circunstancia. Pero un hada buena, amiga de la abuela Mª de los Ángeles, nos vino a salvar del caos y la confusión y el alumbramiento que podría haber sido traumático, resultó ser una experiencia agradable, indescriptible, única. Yo diría que fue un parto "risueño" porque tu fuerza y vigor (menuda soprano) me hicieron reír y preguntar con asombro: "¿esto es un parto. . .?".
Una tarde de primavera, Sábado de Gloria y Domingo de resurrección. Mariposas de colores iniciaron la danza del amor. . .