miércoles, 11 de junio de 2014

LISBOA, CADA VEZ MAS CERCA. . .


"Tengo una soledad tan concurrida que puedo organizarla como una procesión, por colores, tamaños y promesas; por épocas, por tacto y por sabor".  Mario Benedetti

Sabores y colores o colores y sabores (el tacto vendría después. . .), algo así y por ese orden íbamos a vivir en Lisboa  ¿recuerdas?, lo habrás olvidado. Tu olvido es ¡tan! apresurado. El mío también debería serlo, sin embargo es cansino y lento. . . "conformista" podríamos añadir, y martilleante como el cric- cric de un grillo.

Mi olvido necesita poco para no olvidar: espiarte durante las noches de luna llena, buscar apresurada una fotografía que ya no existe porque la envié a la papelera (y vacié la papelera), evocar  realidades lejanas, tan lejanas. . . que quizás solo fueron un sueño. . .

Promesas: tus promesas no son olvidos, porque no existieron; palabras que se dicen que no "dicen" nada. Y en la "nada" yo tejía mariposas de colores para volar con ellas por mundos infinitos. . .  volé alto, volé bajo, al ras del mar por si habías naufragado, por las estrellas buscando tu luz. . . 

Soledades, descubrí mil soledades en mitad de mi propio naufragio. . . entonces activé todas mis velas (a viento y a motor) para "recuperar" los espejismos de mi corazón. . . y en medio de este inmenso océano, me he dejado llevar al vaivén de las olas, respirando calma, suspirando mar, sonriendo al sol, esparciendo amor. . .

Lisboa. . . evocare mis sueños, cantaré un Fado cargado de nostalgias que luego extenderé muy suavemente por la orilla del río del olvido. . .  vestiré de nuevo las alas de mariposa para bailar por el infinito, allá,  donde el amor me lleve. . .   
      
Imagen: Christian Sohloe

No hay comentarios: