A veces, solo a veces (afortunadamente) se nos bloquea el "intelecto", y en estas raras ocasiones que nos presenta la vida, la mente, nuestra mente, se aprovecha del "descuido" y desprevenidos (¡ZAS!) nos "zarandea" y nos tiende ciertas trampas que en estado "consciente" rechazaríamos de pleno.
Regresar a nuestro estado "natural", a veces, solo a veces, nos puede costar un largo recorrido por laberintos sin fin, donde nosotros y solamente nosotros, ponemos los obstáculos que bloquean la salida hacia la "libertad..."
Tal vez, según reza la filosofía budista, sea necesario transitar el mismo recorrido hasta que nos aprendamos el camino que nos guía hacia otras latitudes en un tiempo y un espacio más "afortunado". Tal vez...
Entre tanto "galimatías", un retiro de pausas en el camino, nos llevan a la reflexión y contemplación sobre el recorrido...
En estos periodos de tiempo, desbrozamos la maleza que nos impide disfrutar de la visión de hermosos paisajes ocultos tras nuestra propia sombra.
Destaponamos los oídos de voces infructuosas para escuchar bellas melodías.
Tiramos las lentes oscuras que nos impiden ver el sol y discernimos sobre qué pasajeros o no, queremos que nos acompañen y acompañar en este corto, o largo viaje...
Lanzamos margaritas, miles de margaritas al viento... entonces, casi sin darnos cuenta, y de la mano de "Debussy" y su hermoso y bello "Claro de Luna", nos encontramos (¡YA!) fuera del "laberinto..."
Consciente de que las rosas tienen espinas, regresamos de nuevo a la vida sin miedos y fortalecidas.
Las tragedias que haberlas haylas: Léase: guerras, migraciones, cambio climático... arrinconan nuestros pequeños dramas y nos hacen ver que ciertamente y a pesar de nuestras contradicciones, no somos el ombligo "individual" del mundo.
Y a pesar de los pesares y claro está, siempre desde el respeto, la buena compañía y la lealtad hacia uno mismo, volvemos a descubrir por milésima vez que "la vida es bella..."
4 comentarios:
Precioso texto!!!
Precioso texto!!!
Precioso. Estabas muy inspirada ayer... Me ha encantado.
Sutil desenredo de los laberintos donde la mente nos lleva sin razón.Gracias, adoro tus escritos
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