Estos príncipes y princesas bávaras, aparte de su belleza, candor, y otras cualidades culturales, musicales y "edificantes", vivían, quizás, en un mundo de fantasía "irracional" para gozo y disfrute propio, que sin embargo, reconvertiría sus vidas en un drama "wagneriano", "liberal", o bien, enmarcado en un" estilo propio".
Para entender este modo de vida, habría que haber vivido en esa época, sus circunstancias, y acontecimientos. Juzgar desde afuera (influidos los historiadores) sería un tanto arriesgado.
Amante de la fantasía y las fábulas, mis castillos los construyo con otros materiales que no sean la cima de una montaña de roca y decorados con pinturas basadas en la los Caballeros de la Tabla Redonda, los Cruzados, el Santo Crial.... Mis "castillos" son aún más altos (en el aire y entre nubes) y están decorados con pinceladas de vida "real" o "inventada" (según el día)
Como le ocurrió a Luís II de Baviera, y su padre, Maximiliano II, el entorno y el paisaje ha impregnado de belleza todos mis sentidos, conscientes e "inconscientes", dejando en mi ser una huella imborrable de felicidad extrema.
De regreso a Ítaca, aún respiro los lagos, bosques, montañas, ríos, cascadas, árboles.... En cuando a "Disney" (castillo y princesas) los dejo para Walt...