jueves, 13 de octubre de 2016

"CAPITÁN, MI CAPITÁN..."

"PAPÁ"
Decían que no eras hombre de "compromisos", eso decían... yo repliqué que gracias a tu  "compromiso" estábamos aquí para contarlo....

Águila libre que volaste alto en tus fantasías de sueños frustrados. "Ilusionista" de un tiempo y de una época quizás algo adversas para lo que te hubiera gustado vivir. Cosas del destino o del karma.

Ese mismo "destino" que a veces nos viene grande o pequeño. En tu caso esto último porque un "Águila Imperial" necesita de espacios abierto para volar y a ti, papá, las circunstancias, recortaron tus alas y limitaron tu vuelo. 

Pre- adolescente en un "conflicto armado" que marcaría tu juventud y madurez (aunque decían que nunca maduraste...), una niñez de pérdidas contínuas, de miserias, de escasez... De hambre de amor y de afectos. De aprendizajes para una vida que limitaría tus expectativas y agrandaría  tus "soledades".

Tiempos duros con algunas pausas de felicidad: Travesuras y anécdotas con tus hermanos, las historias de tu abuelo "El Pegote". María,  tu querida hermana mayor y segunda madre, el tiempo de vendimia con el tito Antonio, el tito José, tus sobrinos mayores... y la fermentación del mosto "achampanado" que degustábais los domingos mientras juagábais unas partidas al "siete y medio", y yo, metida en vuestras conversaciones, aprendía geografía en el mapa-hule de la tita Carmen Vallecillos, mi Madrina.

Mª ÁNGELES Y MANUEL
Mamá y vuestra historia. Una boda en un altar improvisado, presidido por la imagen de la Inmaculada (deseo de la novia) y lluvia de pétalos de nieve en un Enero gélido pletórico de Amor.


Pérdidas y mas pérdidas como un reguero cruel del destino, dichoso "destino" que no daba tregua y unía un luto con otro...

Capitán del viento, capitán del cielo, capitán del mar... vuela alto, vuela libre. El destino, ya no puede truncar tu vuelo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bonito!!!
Conforme iba leyendo se me iba poniendo la piel de gallina,cuanto sentimiento ,sin amargura,lo has expresado con tanta naturalidad, lo he vivido .
Sigue así.

Anónimo dijo...

Mi abuelo Manuel "el pegote" al que yo adoré siempre: por su espiritu libre, su alegría natural, por tratar a todas las personas con las que se cruzó en la vida con respecto y sencillez sin importar de donde vinieran, por esas lágrimas que a veces le salían a borbotones al recordar a mi abuela...