"Nadie, nadie sabrá jamás cuanto te quise...."
Primavera, las pecas comenzaban a brotar mas allá de las mejillas de una pre- adolescencia lánguida, semi- rígida, aturdida y un poco confusa. Descubrimientos nuevos, sorprendentes, desconocidos. Metamorfosis: de oruga a mariposa.
Y en esas estábamos cuando apareció "él" camino del instituto. !Ohhhh!, torpeza absoluta (gran tropezón y traspiés) ¡me mira, me está mirando! (a mi...) y las pecas ya eran diminutas manchas en un océano de color rojo... y todas las aguas marinas en calma, se alborotaron en mareas de olas efervescentes...
A partir del día cero, el corazón (que ya no era "mi" corazón), se desborda y comienza a latir a ritmo descontrolado cada vez que esos "ojitos negros" posaban su mirada en la lacia, autómata y desgarvada "Mariquita Perez".
Mamá, si te cuento una cosa, ¿no te enfadarás y me castigarás, verdad?. Ese estado de "cielo" tenía que gritarlo bajito. Era tan sorprendente, sereno, dulce...nunca había sentido nada parecido. Mi madre y su enorme sonrisa: "mi niña se ha enamorado", me hicieron entender que ese estado, "perturbador" de sueños, no era nada "malo". Entonces y en el silencio de mi "diario", comencé a cultivarlo (y hasta hoy...) Es el mas puro, bello, hermoso, verdadero, fiel, infinito, eterno Amor: Platónico
P.D.: Dedicado a esas niñas tontorronas que siguen siendo "niñas" a pesar de las canas, a las madres de dulzura infinita que nos cuidan desde el cielo y a esos "ellos" objeto de tanta "devoción"
Esperando el retorno de nuestro amor...nadie, nadie sabrá jamás cuanto te quise...esperando el retorno de nuestro amor (Duo Dinámico)
2 comentarios:
Nostalgia......que tierno ..que bonito....
Ere una de esas niñas que peinan canas,¡fantástico!
Publicar un comentario