CINCUENTA LUCES SIN SOMBRAS

"Al nogal había yo bajado / para ver la floración del valle, / a ver si la vid estaba en cierne / y florecían los granados".  (Cantar de los Cantares)

A ti llegué, remontando mis velas. Navegando océanos inexplorados salpicados de islas donde habitan deseos; cruzando mares de agua dulce bordeados de palmeras cuyas  hojas, son pétalos de flores abiertas al rocío de tu mañana.

Azul y translúcida. Descalza, sumergidos los pies en las aguas del Nilo; perfumada el aura con flores del jardín de invierno, de ríos y torrentes descendiendo por mi piel desnuda. Abrazando sueños, ignorando sombras, iluminando soles. Suspirando lunas. 

Descendí hasta tus rincones ocultos apresando mis miedos, liberando suspiros, robando caricias, atrapando tus besos, ungiendo la magia del lago en tus labios, curtiendo mi piel con tu piel. . . suspirando sueños, abrazando lunas.  

Imagen: Google

PD: Me has pedido un cuento "erótico". ¿Te valdría este relato?

SHÉHÉRAZADE (RIMSKI-KORSAKOV)

Camino despacio, relentizando el tiempo. Un tiempo imaginario, escrito en folios de cristal con plumas del Ave Fénix. 

Inmersa en una maremagno de sentimientos repetitivos (hasta la saciedad), busco palabras, interpreto silencios, dibujo poemas con pequeños retales de vivencias y sueños, de fantasía y de realidad.

Lentamente, con premeditación y alevosía, rescato  fotogramas que reproduzco dentro de mi corazón para embriagarme de amor. Destilo el dulce néctar que besa e inunda, que acaricia el alma y da sentido a esos pequeños oasis de felicidad y paz.

Felicidad esfumada, perdida y a veces hallada. . . 

El gramófono gira y gira una y otra vez. 

La música del tercer movimiento: "Il giovane príncipe e la giovane principessa", despierta la magia dormida por la melancolía. Las sombras, devuelven la luz que robaron al anochecer.

Serezade, Shéhérazade. . .

"La jeune principessa Serezade"