Ya estamos en Abril. . . El tiempo pasa, es oro, polvo de oro que se desliza entre los dedos y casi sin darnos cuenta, escapa, vuela, se va. . . El tiempo luce y brilla como el dorado del sol cuando al atardecer se refleja sobre el mar. El tiempo es plata cuando la luz de la luna extiende tu mirada, limpia y clara, sobre mi amanecer.
Llegaste a mí, despacio, muy despacio, casi sin hacer ruido, como un susurro que esparce su calidez por el valle donde se alojan las luces del lago que alberga los sueños y hacen florecer a las margaritas cuando respiran tu montaña y destilan tu mar.
Cuanto te eché de menos aún ignorando tu existencia y ahora que has vuelto, que ya estás en mí, puedo respirar tu aliento, escuchar tu música, acariciar tus sueños, detener el tiempo y hacerlo eterno, eterno, eterno, eterno. . .
No hay comentarios:
Publicar un comentario