En el valle de mi luz, encontré tu anochecer.
Tardía llegó la fuente de tu río. . .
donde debía brotar la vida
donde debía brotar la vida
No me arrepiento más,
no me arrepiento nunca
no me arrepiento nunca
mi luz es mas hermosa que tu oscuridad.
Llegaste como un caballo ganador
no te importaba el trofeo
tu interés: la presa con que saciar tu sed.
Te brinde mi hogar y te agasajé
con los frutos de la vid, pétalos de rosas,
cántaros de miel, esencias de canela. . .
Bailé para ti la danza más hermosa
la de los siete velos.
Tu complicidad, no estaba aquí,
la ocultaste en la guarida de los dragones.
Sus fuegos quemaron con mentiras
las margaritas ausentes del jardín de tu amor
No tengo tristezas,
mil soles han despertado con su calidez
las caricias que sanan y envuelven el alma
mil soles han despertado con su calidez
las caricias que sanan y envuelven el alma
Durante tus ausencias
mi amor grande, grande, grande. . .
mi amor grande, grande, grande. . .
se extendió por el valle
donde brotan los hermoso lirios
donde brotan los hermoso lirios
Mi pequeña aportación para celebrar el día del libro