miércoles, 23 de abril de 2014

LA LUZ DE MI VALLE

En el valle de mi luz, encontré tu anochecer.
Tardía llegó la fuente de tu río. . .
donde debía brotar la vida

No me arrepiento más,
no me arrepiento nunca
mi luz es mas hermosa que tu oscuridad.

Llegaste como un caballo ganador
no te importaba el trofeo
tu interés: la presa con que saciar tu sed.

Te brinde mi hogar y te agasajé
con los frutos de la vid, pétalos de rosas,
cántaros de miel, esencias de canela. . .

Bailé para ti la danza más hermosa
la de los siete velos.
Tu complicidad, no estaba aquí, 
la ocultaste en la guarida de los  dragones.
Sus fuegos quemaron con mentiras
las margaritas ausentes del jardín de tu amor

No tengo tristezas, 
mil soles han despertado con su calidez
las caricias que sanan y envuelven el alma

Durante tus ausencias
mi amor grande, grande, grande. . .
se extendió por el valle
donde brotan los hermoso lirios
que hoy, perfuman mi amanecer. . .


Inagen:Google
Mi pequeña aportación para celebrar el día del libro



domingo, 13 de abril de 2014

DE NUEVO TE INVENTATARÉ

Déjame vivir un poco más; no me despiertes, aún queda tiempo para derramar amor. No quiero morir, déjame vivir un poco más. . .

Tus labios son lagos infinitos que purifican mi sed. El nectar de tu aliento es oloroso y húmedo como el vino recién parido en barrica de roble.

Tu piel, destila el sabor de la fruta macerada con azúcar, canela, limón y unas gotas de elixir del árbol del paraíso. 


No me despiertes aún, déjame morir un poco antes del amanecer. Quiero inventarte de nuevo para ignorarte después. . .

IMÁGEN: GOOGLE

domingo, 6 de abril de 2014

"SINTIENDO EL AMOR DE LA LUZ"




   Ya estamos en Abril. . . El tiempo pasa,  es oro, polvo de oro que se desliza entre los dedos y casi sin darnos cuenta, escapa, vuela, se va. . . El tiempo luce y brilla como el dorado del sol cuando al atardecer se refleja sobre el mar. El tiempo es plata cuando la luz de la luna extiende tu mirada, limpia y clara, sobre mi amanecer. 

   Llegaste a mí, despacio, muy despacio, casi sin hacer ruido, como un susurro que esparce su calidez por el  valle donde se alojan las luces del lago que alberga los sueños y hacen florecer a las margaritas cuando respiran tu montaña y destilan tu mar.

   Cuanto te eché de menos aún ignorando tu existencia y ahora que has vuelto, que  ya estás en mí, puedo respirar tu aliento, escuchar tu música, acariciar tus sueños, detener el tiempo y hacerlo eterno, eterno, eterno, eterno. . .