sábado, 22 de marzo de 2014

CUANDO IRRUMPE LA PRIMAVERA

"Desde mi ventana"
Fotografía: Serezade



     "Ya es primavera en. . .", rezaba el eslogan de unos grandes almacenes. Esta primavera al igual que "otras", los escaparates se llenan de color en contraste con los rostros de la gente que muestran una "cierta" tristeza.

     Parecemos una especie de "zombis" sumisos a la espera de que ocurra "algo" que nos despierte de esta pesadilla "real"; mientras tanto, ocultamos nuestros miedos, interiores y exteriores, agazapados en la propia incredulidad de lo que está ocurriendo.

    Es tiempo de cambios, pero los "cambios" nos horrorizan, de ahí nuestro inmovilismo y "aceptación" de unos hechos que nos atañen a TODOS. Preferimos "adaptarnos" a situaciones imposibles de sobrellevar en donde irrumpen en nuestra vida diaria la incertidumbre, el miedo, el malestar, la inseguridad, la apatía. . . todo ello y más de la mano de los grandes "señores" que mal-dirigen esta nave llamada tierra.

     Durante mi niñez pensaba que el hambre, la guerra, los despropósitos, eran cosa de otros tiempos. Mi ingenuidad me llevó a creer en un mundo feliz; así lo percibí y de esta manera quise construir mi pequeño planeta particular, ¿me equivoqué? Aún continúo siendo algo ingenua aunque los telediarios, la prensa escrita, las noticias vía Iternet, lo que observas por la calle, los comentarios de la gente. . . muestren una realidad obvia, difícil de ocultar y de digerir.

     La esperanza ya no es de color verde. Y la certeza de que el "mundo" ha sido siempre así, que la historia es como el péndulo de un reloj (va y viene), tampoco tranquiliza. En mis momentos de incertidumbre me aferro a Bleu, mi gato blanco y azul que ahora duerme sobre mis brazos tranquilo, confiado, feliz. . .

     Me aferro a la vida a través de las personas que amo, de las que amé y ya no están y a los pequeños detalles cotidianos que transforman, si me lo propongo, la ingratitud, la desidia, el malestar. . . en pequeños momentos de felicidad.

     Ayer entramos en el equinoccio de Primavera; ojalá que en nuestro corazón broten tallos nuevos con la fuerza suficiente para que se nos vea y se nos escuche. El camino a recorrer depende de nosotros mismos y de nuestra actitud frente a la vida. 

   Aceptemos el reto de construir un mundo mejor. No perdamos nuestro tiempo "derribando" puentes y "construyendo muros".

PD: Manos a la obra: Construyamos puentes y derribemos muros

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