Estoy encadenada a este enorme árbol cuyo follaje no me permite ver los rayos de sol. Como es de hoja perenne, durante el invierno mi espacio es sombrío. En verano, el efecto invernadero de sus ramas, no deja que el aire se renueve.
Con el calor, la asfixia que padezco, se hace más patente. De nada sirven mis quejas ni mis reivindicaciones. Año tras año, los eslabones de la cadena se van acortando junto con las posibilidades de desprenderme de mi atadura que con el paso del tiempo se va oxidando y creando a mi alrededor un fuerte olor a moho.
Cada estación, con la llegada de la primavera, mi esperanza de color gris ceniza, se transforma en verde esmeralda. Ello, me mantiene más o menos sin derrumbarme del todo. Es un tiempo breve. Poco a poco el color oscuro vuelve de nuevo. La espera se alarga en el espacio. No me percato que voy girando alrededor de este tronco. Mi vida es como una noria, no hay escape posible.
Mi piel destila diminutas gotas de color ocre. Son la angustia, la pasividad, la desesperanza, la apatía, el desconsuelo. . . . . No veo mas allá de este bosque que me impide ver la luz azul del cielo. La noche, aún es más densa. Un nido de murciélagos, que habita en un rincón, frustra mis deseos de abandonarme a un sueño relajador. No hay descanso. La realidad penetra por todos mis poros.
Dime tú, bella bailarina, ¿ha habido espacio para una sonrisa en el lugar que ocupa la amargura dentro de mi corazón? Un día, ya tan lejano que apenas lo vislumbro, creo que hubo un lugar donde tejer los sueños. Volaron más altos que una cometa. Se rompieron y esparcieron por el espacio exterior. Ya no hay tiempo para recuperarlos, se han desintegrado. Aún así, mato el tiempo e intento apagar la angustia hilando pensamientos de cómo podría romper estos grilletes, que harían posible la huida hacia ninguna parte.
Doy vueltas y vueltas en la misma noria, mas soy incapaz de romper el círculo. Otros días, otras mañanas, otras noches. . . la tierra gira y gira. Viaja por el universo, mas yo continúo aquí, en este espacio inamovible.
5 comentarios:
Nena es tan bonito y realista lo que escribes que da pena que se acabe....tienes que escribir algo mas largo para hacernos disfrutar de lo lindo....animo y espero la novela!
Me ha gustado mucho esto que escribes y espero que sigas haciéndolo, pero con la convicción de que se pueden "romper los grilletes" e iniciar nuevos caminos que nos lleven al lugar que realmente deseamos.
"Los grilletes" se rompieron hace años. Ya he regresado a Ítaca, mi hogar, donde percibo, siento, vivo. . . pequeños momentos/grandes de magia y felicidad
Tienes que ser más optimista y pensar en todo lo que tienes que es mucho más de lo que mucha gente tiene.
J.M.
olvida esos pensamientos tan tristes,todavia tienes mucha energia y hay que recuperar todo lo bueno que nos deparará la vida
Fina
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