Imagen: Google |
¿Eres tú?, dime, ¿realmente eres tú?. Hoy, casualmente, mientras navegaba por Internet, buscando una información determinada, he encontrado "algo" tuyo que me ha producido una inmensa ternura. Mi primera reacción ha sido marcar tu número de teléfono. Antes de hacerlo, he respirado hasta diez veces, ya sabes lo impulsiva que soy. Seguramente esta llamada no hubiera tenido respuesta y entonces se habría roto toda la magia del momento.
El pequeño universo que nos habita es sorprenderte. Está lleno de mundos desconocidos, incluso para nosotros mismos. De galaxias en fase de expansión, de novas y super novas, de agujeros negros y hermosas constelaciones aún por descubrir.
De entre estos mil "yo" que somos, sobresale el que nos gusta mostrar y exponer para lograr nuestros objetivos: que no quieran, nos amen, nos admiren, nos envidien, nos odien, empaticen con nosotros o nos "antipaticen". . . también hay otra lucha, una lucha interna con nuestras convicciones, creencias, sentimientos, valores. . . ante otra realidad que querríamos vivir o hemos vivido ya en este ir y venir, avanzar y retroceder, sintiendo determinados impulsos y determinadas reservas en un "pulso" continuo con otros seres que componen nuestro "ser".
Hoy es primero de Mayo, una fecha muy significativa. Seguramente tu y yo, estaríamos en manifestaciones distintas y opuestas, y a pesar de ello, extendería mis brazos para abrazarte desde la distancia. Tú, tu "otro" yo, seguramente me negaría. . . sin embargo y a pesar de ello no somos tan diferentes. Sólo hay una verdad, quizás la única "real" y es que los sentimientos, las emociones, no se pueden medir.
Somos "especiales" y no podemos "enterrarnos en una fosa común". Dos extraños, viajeros de una misma nave que un día se encontraron y unieron sus sueños para vivir un sueño. . .
No hay comentarios:
Publicar un comentario