lunes, 15 de abril de 2013

ENTRE NUBES (LUCES Y SOMBRAS)



" LUCES EN MI FARO"
FOTOGRAFÍA: SEREZADE



"El apego es la principal fuente del sufrimiento psicológico".

De adolescente, debido a un hecho que marcaría profundamente las sucesivas y posteriores  etapas de mi vida, aprendí a despegarme de las cosas materiales, a darles su verdadero sentido y significado. Sin embargo, este principio que me ha hecho disfrutar intensamente de la "esencia" de lo importante en mi escala de valores, no lo he aplicado cuando "mi" apego era/es hacia las personas.

Quizás, esa circunstancia, la perdida de un ser cercano y muy querido, hizo que de alguna manera me "aferrara" a las personas "envolviéndolas" en una aureola de amor a veces inmerecido, otras no percibido, o simplemente ignorado, o no demandado por familiares, amigos, conocidos, desconocidos. . . objeto de mis "efluvios" amorosos.

Hago esta reflexión, después de mantener una conversación anónima con un ser también anónimo, vía chat, durante la cual y sin revelar grandes cosas sobre mí, se me ha hecho una radiografía bastante cercana a mi realidad actual, hablando en términos generales sobre relaciones humanas, diferentes enfoques y conceptos del amor,  el cariño, la amistad, la empatía, la complicidad. . . mirando a contra luz el negativo, no he descubierto nada que no quisiera ver. Lo complejo, es que vemos lo que queremos para negar lo evidente.

"Carne de cañón, eres carne de cañón", me ha repetido varias veces a través de la pantalla del ordenador. Luego, ha escrito estas frases de psicólogo clínico, W. Riso: "El apego es la principal fuente del sufrimiento psicológico. Con la pasión armoniosa, se disfruta; con la obsesiva se malgasta energía y se pierde libertad. Lo ideal sería una pareja que hace el amor con deseo, amistad y ternura".

Antes de despedirnos con un beso vía satélite, ha soltado estas palabras: "Niña, no cambies, sigue siendo tu. Solo debes aprender a distinguir del faro, su luz. Eres un encanto. Ha sido un placer".

No se si lo he entendido bien o no. Lo de "niña", me ha gustado. . .



lunes, 1 de abril de 2013

UN PASEO POR LA ISLA DE LEÓN (REENCUENTROS)



Fotografía: Serezade

Julia está feliz, feliz e ilusionada. En su “viaje a Ítaca” ha regresado a un puerto conocido y amado: San Fernando. Lo ha hecho en la semana más Santa del calendario cristiano- católico.
Esta es su “primera vez”. En la madurez está viviendo y descubriendo emociones y sentimientos presentidos pero no vividos: la tranquilidad, la paz, la alegría, la armonía. . . La felicidad de ver, sentir, disfrutar, emocionarse en “libertad”, sin cortapisas, sin horarios, sin condicionamientos. . .
Después de una larga sequía con vientos desfavorables para soltar amarras e izar las velas, Julia, ha saboreado los olores del incienso, del nardo, del azahar, de una primavera lluviosa y  pletórica de vida.
Domingo de Ramos: Iglesia Mayor (S. Pedro y S. Pablo): Nuestra Señora María Santísima de las Lágrimas: Primera “estación”, primera emoción. Julia, que durante años ha visto en estas manifestaciones de fe, solo la parte  cultural, lúdico-festivo, más que religiosa, con este paso inició un vuelo cuando la niña que la habita comenzó a desplegar sus alas. Vuelo alto para sentir esa clase de sentimientos que solo los niños saben percibir.

Jueves Santo: Parroquia Castrense de S. Francisco: Cristo de la Expiración y María Santísima de la Esperanza. Rostros conocidos, sonrisas, amabilidades, comunión con las personas congregadas, silencio, recogimiento.

Viernes Santo: “Madrugá”: María Santísima de los Dolores y Nuestro Padre Jesús Nazareno. Emotividad y decepción. Aquí apareció la parte más lúdica de algunos grupos de personas. Julia pensó que por momentos aquello parecía más el comienzo de un partido de futbol que un acto religioso. Entonces, Julia, decidió cambiar de ruta para tener una visión mucho más cercana a lo que ella pretendía vivir. Lo consiguió. De nuevo familiaridad y amistad; personas conocidas: abrazos, risas y sonrisas. Nueva visión de un Nazareno que permanecerá por tiempo en su retina.

Iglesia Nuestra Señora del Carmen: La Soledad y El Santo Entierro: solemnidad, cercanía, silencio, respeto, emotividad desbordada, lluvia fina para disimular las lágrimas. . . sentimientos de paz y alegría. Después de la muerte renace de nuevo la vida siguiendo el rito: Vida/Muerte/Vida.
Último apunte: Tortillas de Camarones (con mayúsculas) en la “Plaza de las Vacas”. Reproche cariñoso: “¿¡tanto! tiempo anclada en este puerto y no habías degustado esta exquisitez?”. “Pa pegarte”. Eso fue en otra vida, en esta, Julia, ha resucitado. . .