Anochecer sobre el Castillo de Sancti Petri Fotografía: Aurora Márquez |
Otoño: la estación de los colores ocres en la que los árboles se desprenden de sus hojas; del mar turbulento y gris o azul sereno; de las tardes húmedas con olor a musgo y mañanas cálidas con sabor a bruma.
El sol, poco a poco va perdiendo su apariencia, se difumina en colores naranjas y violetas. La luz del castillo, comienza a enviar su señal intermitente; juega a ser estrella, imagina que es un astro y sueña con la noche para parecer más brillante.
Se escucha, débil, la calma de mar. Hoy las olas son un susurro que invita a quietud, a sosiego, a paz.
Las tormentas, son cosa de otros días, de otros mares, de otras lluvias de lejano pasado. . .
El sol, poco a poco va perdiendo su apariencia, se difumina en colores naranjas y violetas. La luz del castillo, comienza a enviar su señal intermitente; juega a ser estrella, imagina que es un astro y sueña con la noche para parecer más brillante.
Se escucha, débil, la calma de mar. Hoy las olas son un susurro que invita a quietud, a sosiego, a paz.
Las tormentas, son cosa de otros días, de otros mares, de otras lluvias de lejano pasado. . .
Vuelo de gaviota sobre nube de cristal Fotografía: Aurora Márquez |
Ella se mantiene quieta, casi estática. Sobrevuela y se eleva a merced del viento: Solitaria, sin cadenas, erguida sobre sus alas, diminuta, inadvertida. . . soñadora de sueños que ya no inventan amores que no existen.
Sobrevive, aún respira porque hoy, siente la brisa más fresca. La vida que se acumula. El mar que continúa su ruta. Respira.
Se columpia en el azul celeste y se mira en el oceano esmeralda. Desde arriba divisa sus fronteras que delimitan con ella misma y se extienden hasta el infinito.
Selene se ha vestido de gaviota para volar más alto, abrazar las nubes, para sentir y celebrar, una vez más, la vida.
Se columpia en el azul celeste y se mira en el oceano esmeralda. Desde arriba divisa sus fronteras que delimitan con ella misma y se extienden hasta el infinito.
Selene se ha vestido de gaviota para volar más alto, abrazar las nubes, para sentir y celebrar, una vez más, la vida.
Me despojo de ataduras y de lastre. . . viajo. . .
navego. . . apoyo los codos en los surcos del mar,
bordeo las cordilleras. . . mis palmas abarcan
continentes,
camino con la vista. Walt Whitman (1819-1892)
1 comentario:
Felicita a Aurora de mi parte, hace buenas fotografías,y tu deja ya la melancolía a un lado...
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