"Acueducto".Santa Lucia (Cádiz) Fotografía: Serezade |
A veces se amotina el corazón y no deja traspasar la luz. Entonces, se alían los hados nefastos e irrumpen, invaden, torpedean de obstáculos el camino a seguir. Esto suele ocurrir cuando la razón no atiende a “razones”.
Caminando descalza por mi jardín interior, he observado a las margaritas blancas. De puntillas y en silencio para no hacer ruido, las he escuchado cantar, mientras una brisa perfumada de albahaca me acariciaba el alma.
Ya no es noche cerrada. Las estrellas en su resplandor, han vuelto de nuevo a brillar. El sol, otra vez el sol, ha devuelto la cordura con un pequeño toque de locura a la niña que me habita. Regresan la calma y las sonrisas, la paz y el sosiego. Mañana, volverán las sirenas con sus risas a soñar. Las mariposas con sus alas, intentarán tocar el cielo.
1 comentario:
Te sale la sensibilidad por todos sitios.
J.M.
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