Escribo mientras escucho este poema en la voz del cantante cubano Pablo Milanes: Cada vez que derramamos primaveras nos expandimos para fusionarnos en una entrega única que es como una muerte súbita “vivida” a dos.
Una “pequeña” muerte que anuncia un brote de amanecer nuevo, renovado; algo así como la lluvia del monzón: Un torrente que inunda, que transpira, que limpia. . . para luego, cuando llega la calma y el sol luce en la mirada, brillar con luz propia en ese intercambio o fusión de destellos.
Bleu me mira atentamente (hago estas reflexiones en voz alta), ronronea (es feliz), ronronea de placer. Sospecho que me escucha y me entiende. Es mi confidente, quizás en otra vida anterior no fue un gato. . . a saber. . .
No hay comentarios:
Publicar un comentario