Yo tuve tres amores y a ninguno envenené pues a los tres guardé en un cofrecito de nácar perfumado con ramitas de canela, almizcle y sándalo.
- Acto primero: ¿Quién no ha vivido su "verano azul"?
El Mar, la Mar. Colores turquesa y esmeralda. Remolino de olas, de cuerpos enredados, de pasiones en eclosión despues de años encerradas en un tarro de cristal.
Y ahí, frente a frente, estabas tu cual Tritón de espuma y sal, emergiendo de las profundidades para surcar de nuevo mis mares infinitos.
Descorchamos el Caliz de la Vida bajo un sol de Otoño cálido esparcido por la arena blanca y dorada de los sueños realizados.
- Acto segundo: La Ciudad Mágica
Azul y Verde. Cascadas de agua cristalina. Tú, y tu timidez, yo, y mi osadía, prendida sin previo aviso de tu brazo, en un paseo eterno por aquel invierno "misterioso", de brisa escarchada y sol templado.
Las hojas de los arboles iban tejiendo una alfombra de colores cálidos a nuestro paso y una música de herrerillos, petirrojos, jilgueros... ponía banda sonora a tus hermosas palabras. Fascinada, curiosa y sorprendida por tan bellos descubrimientos de una ciudad tan mágica, mil veces visitada, iba arrullándome suavemente, despacio, sobre tu hombro... Y en la cumbre del ocaso, por fin, bajo el embrujo de un cante jondo, osaste posar tus labios sobre mis labios.
- Acto tercero: Inicio de Primavera
"Extraños en la noche azul" que dice la canción de Fran Sinatra. Extraños y a la vez conocidos/desconocidos. Barullos de sentimientos autorizados y tambien reprimidos. Contradicciones al más puro estilo de una adolescencia tardía, muy, muy tardía y lejana, muy lejana en el tiempo. ¿Amor, amor, amor? Eso parecía ser. Tambien deseo aderezado con unas gotas de frustración...
El hechizo de la luna creciente, casi llena, los primeros olores a primavera, la luz de una farola, la calle vacía, el silencio de la noche. Necesidad de escuchar y necesidad de ser escuchado.
Constelaciones: mira, ahí esta Venus, ¿ves como brilla? y algo más pequeño Júpiter ¿ves, lo ves? sigue mi indicación, fijate bien, es la constelación de Leo. ¿Te gusta observar el firmamento? ¿te agrada que te lo explique...?
Y el Universo se fue expandiendo, dilatando, agrandando y la noche ya no era de color pardo grisáceo. En el horizonte comenzó a brillar una extraña luz cada vez menos tenue y más luz.
La explosión de una Super Nova nos sorprendió, quizás más a mi que a tí, atrapados en un universo de colores, de sabores, de sensaciones, de olores, en un viaje sin brújula y sin destino, abocado, al fin y al cabo, a un rio de incertidumbres que al desembocar en el mar se fue diluyendo en el espacio/tiempo.
Posdata: El orden de los factores no altera el producto.
Cualquier parecido con la realidad es pura fantasía.