Me
gusta el tiempo sin medidas. Repudio los relojes ya sean de pared, de
pulsera, de bolsillo... porque a medida que avanza mi tiempo, disfruto
de los días y las horas con calma, saboreando los momentos, disfrutando
los días de la semana sin estar muy pendiente de sus nombres (hoy creí
que era Jueves) En cuanto a los meses del año, Marzo, Abril, Mayo y Junio, son mis favoritos.
Sin embargo, no renuncio a la aventura del Otoño, a los olores húmedos de las hojas
secas. A los ocres de las acacias, a la paleta de colores de las
alamedas de mi infancia. Al olor del membrillo en su cocción entre
burbujas de almíbar; a la mermelada de melocotón, a las primeras castañas
que solía traer mi padre de las ferias de ganado celebrada en algún
pueblo de las Alpujarras.
En
verano, me gusta contemplar las estrellas en noches vacías de contaminación
acústica. Escuchar el canto (chirriar) de los grillos; perfumar los
sentidos con el jazmín y la dama de noche. Disfrutar de un rico helado
en barquillo de canela. Soñar que eres ligera como espuma de mar
mientras saltas las olas imaginado ser una sirena a la deriva balanceada
por la suavidad o brío del agua salada.
En
los días brumosos y/o lluviosos de invierno, evoco el olor y el calor
del horno de leña. El pan amasado con amor. Las tortas de aceite y
azúcar que mi tía Emilia, con esa misma masa, preparaba para la merienda
con una onza de chocolate. La nieve inmaculada de algunas mañanas frías que solíamos profanar con nuestras botas katiuskas camino de la
escuela.
Ahora
estamos en el "ahora" de Abril; en el polen de los pinos, en el ¡aúúúú!
del canto de los pájaros; de las margaritas silvestres que florecen por
doquier; del viento de levante que tanto incomoda; de las ausencias y
presencias. De la limpieza de armarios, los cambios de ropas, los libros y
las rosas... y todo precocinado a fuego lento, sin pensar el los días,
sin pensar en las horas. Impregnándonos de la vida en pausa, de la vida
en calma. Ya no es tiempo de prisas, de nostalgias tristes, de penumbras
ni de horas marcadas a ritmo urgente de relojes sordos.
Primavera.