viernes, 23 de abril de 2021

NUBES DE TIEMPO (ABRIL)

Me gusta el tiempo sin medidas. Repudio los relojes ya sean de pared, de pulsera, de bolsillo... porque a medida que avanza mi tiempo, disfruto de los días y las horas con calma, saboreando los momentos, disfrutando los días de la semana sin estar muy pendiente de sus nombres (hoy creí que era Jueves) En cuanto a los meses del año, Marzo, Abril, Mayo y Junio, son mis favoritos.
 
Sin embargo, no renuncio a la aventura del Otoño, a los olores húmedos de las hojas secas. A los ocres de las acacias, a la paleta de colores de las alamedas de mi infancia. Al olor del membrillo en su cocción  entre burbujas de almíbar; a la mermelada de melocotón, a las primeras castañas que solía traer mi padre de las ferias de ganado celebrada en algún pueblo de las Alpujarras.  
 
En verano, me gusta contemplar las estrellas en noches vacías de contaminación acústica. Escuchar el canto (chirriar) de los grillos; perfumar los sentidos con el jazmín y la dama de noche. Disfrutar de un rico helado en barquillo de canela. Soñar que eres ligera como espuma de mar mientras saltas las olas imaginado ser una sirena a la deriva balanceada por la suavidad o brío del agua salada.
 
En los días brumosos y/o lluviosos de invierno, evoco el olor y el calor del horno de leña. El pan amasado con amor. Las tortas de aceite y azúcar que mi tía Emilia, con esa misma masa, preparaba para la merienda con una onza de chocolate. La nieve inmaculada de algunas mañanas frías que solíamos profanar con nuestras botas katiuskas camino de la escuela.
 
Ahora estamos en el "ahora" de Abril; en el polen de los pinos, en el ¡aúúúú! del canto de los pájaros; de las margaritas silvestres que florecen por doquier; del viento de levante que tanto incomoda; de las ausencias y presencias. De la limpieza de armarios, los cambios de ropas, los libros y las rosas... y todo precocinado a fuego lento, sin pensar el los días, sin pensar en las horas. Impregnándonos de la vida en pausa, de la vida en calma. Ya no es tiempo de prisas, de nostalgias tristes, de penumbras ni de horas marcadas a ritmo urgente de relojes sordos.
 
Primavera.