sábado, 1 de agosto de 2020

NUBES DE VAPOR

Hoy las nubes están densas. Aprisionadas en una espesa y pesada neblina grisácea, se mantienen estáticas como piedras marmóreas sujetadas por hilos invisibles. El sopor que las mantiene inmóviles, invade el viento de silencios...

Así, han permanecido largo tiempo. Demasiado tiempo de recogimiento impuesto, obligado, sentenciado, mustio de olores, de sensaciones, de colores y emociones, en un horizonte opaco, invadido por una marabunta discordante de omisiones, pareceres encontrados y conjeturas opuestas, enfrentadas entre si.

Baile frenético de danza circular, plagado de aristas cortantes e hirientes, emponzoñadas de malos augurios. Serpiente de mil cabezas que impone e hipnotiza, que trueca las palabras inocuas, pacificadoras, cargadas de esperanza que buscan entre tinieblas, y tropezón, tras tropezón, la luz que de calor a las nubes, para que descarguen la lluvia que inunda de vida, nuestro pequeño universo.