Algunas personas se definen así mismas como "Patriotas" y para demostrar dicha afirmación, necesitan adornarse de símbolos patrios.
En la selva mediática, nos topamos con actitudes de hijos"amorosos" con la Madre Patria, que con voz a grito, vitorean su "amor" y con esa misma voz, esta vez en "sordina", negocian beneficios propios para sí y los suyos, mientras que a la MADRE, la destierran de sus despachos y le asignan el trabajo de recoger los "despojos" que ellos mismos generan.
Estos hijos, reparten dividendos, dirigen el tráfico (de influencias, claro) y menosprecian a los patriotas de voz "callada"; los que trabajan duro y se esfuerzan en un afán de crear "riqueza". Riqueza entendida como un bien social.
Son hijos que trabajan en silencio y en soledad. Sin derrumbarse ni desmallar, a pesar de alimentarse de las pequeñas migajas, que se escapan por las rendijas de la "Gran Mesa" .
Estos hijos visten la bandera azul del planeta que habitamos y así definido. Su conexión con la MADRE es total. No necesitan alharacas para proclamar su amor. Lo hacen con gestos. Pequeños gestos cotidianos que siembran y reforestan su día a día.
Son hijos del Renacimiento, "encarnados" en pleno siglo XXI. Enamorados de iniciativas y proyectos, muchas veces truncados debido a la incompetencia de los habitantes de los "despachos".
Investigadores e Inventores de probetas, de instrumentos y herramientas con el afán ingenuo de crear tecnología propia desde su Aldea, para la Aldea Global.
Mujeres y hombres del Renacimiento Humanista que sin símbolos exteriores ni proclamas que los defina, llevan tatuados en sus corazones el Amor a la Patria. Ellas y ellos, son los verdaderos y auténticos PATRIOTAS.