La nostalgia invade el jardín de Agosto con sabores a sangría aromatizada con canela, azúcar, limón, y "tropezones" de melocotón recién cortado.
Las medias noches tiernas y jugosas rellenas de viandas varias están repartidas en bandejas de "duralex". El patio con olor a jazmín y clavel "reventón" había sido baldeado con agua una hora antes. Ya solo faltaba enfriar con hielo la sangría a la espera de los primeros invitados: vecinos, tíos, tías, primos, primas....
Ese año fue especial, convencimos a papá para que me dejara poner el toca discos en la terraza y organizara un pequeño "baile" (yo tenía trece años y el patito feo comenzaba a convertirme en "cisne") con la complicidad del primo Emilio que trajo a casa al de los "ojitos negros" (secreto, secretísismo...)
Tu peinaste mi larga melena azabache con devoción y ternura y prendiste un clavel con tus manos amorosas sobre mi pelo. Yo me sentía la princesa del cuento, feliz y "mayor"
La fiesta terminó pronto, a papá esos niños tan mayores no lo hicieron mucha gracia. Nos quedamos un rato más de tertulia con el primo Pepillo, la tita Emilia, el tito Frasquito, la tita Antonia.... terminamos la sangría un poco aguada ya, y papá abrió una sandía de la que dí buena cuenta. Reímos, contasteis anécdotas de tiempos pasados, batallas perdidas e historias imposibles que a mí me encantaban.
Nadie sospechaba que esta sería tu última celebración.Te marchaste demasiado pronto y no pudiste saborear mi adolescencia ni mi juventud. Tu princesa de cuento se quedó paralizada en el limbo: Ni patito feo ni cisne....
Han pasado décadas y ahora soy mucho mayor que tú. Tengo canas, he vivido sabores, sinsabores, placeres, amarguras, sonrisas, algunas lágrimas.... y los príncipes mamá, se convirtieron en sapos... que te voy a contar que no sepas tu...
Hoy ha sido un día especial con recuerdos, anécdotas, añoranzas... por eso creo que ahora si que me estoy haciendo "mayor" aunque nunca voy a dejar de ser "tu niña", "tu princesa de cuento", "tu cisne", mamá.
Hemos brindado con cava por la vida, y tu biznieta, desde el otro lado del océano y a través de la pantalla del ordenador, me ha dado un abrazo: "Abuela, te quiero mucho, mucho, mucho..."
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"MAMÁ" |