Podría decirse que 2015 ha sido un año "vivido"... Doce meses, cada uno de ellos con sus anécdotas, cambios de humor, momentos pasajeros, instantes inolvidables, pequeños triunfos, grandes fracasos... ¿Grandes?, ¡Uf!, un poco exagerado. Suele ocurrir cuando especulamos sobre hechos que naufragan antes de llegar a puerto o nos aferramos a una travesía que no es la correcta...
Con el cambio de rumbo, descubrimos nuevos paisajes, otros océano, vientos favorables...
No hay mucho que "recopilar" aunque la cosecha ha sido próspera: Invierno de cine, primavera de flores, verano... ¡Oh! (lo mejor de lo mejor) danzas en el palacio de las hadas, caracolas y mar, y tu risa princesa Coral...
En otoño, cosecha de mermelada y dulce membrillo, tan dulce Marivitas, tan dulce como tu.
Ha habido pequeños "incordios" y otros "peros", aunque esto ya forma parte de una película rodada, visualizada, estrenada y guardada en el cajón de las anécdotas, que contar a los nietos, aunque para entonces quizás, haya otras historias...
Con el cambio de rumbo, descubrimos nuevos paisajes, otros océano, vientos favorables...
No hay mucho que "recopilar" aunque la cosecha ha sido próspera: Invierno de cine, primavera de flores, verano... ¡Oh! (lo mejor de lo mejor) danzas en el palacio de las hadas, caracolas y mar, y tu risa princesa Coral...
En otoño, cosecha de mermelada y dulce membrillo, tan dulce Marivitas, tan dulce como tu.
Ha habido pequeños "incordios" y otros "peros", aunque esto ya forma parte de una película rodada, visualizada, estrenada y guardada en el cajón de las anécdotas, que contar a los nietos, aunque para entonces quizás, haya otras historias...
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| "Susurros". Foto: Adrián N. Moya |
